El posadero de los últimos buitres de la isla.
“Guirre” es como se conoce popularmente al alimoche (Neophron percnoterus majorensis) en Canarias. Es una especie de buitre que sobrevoló los cielos de Tenerife hasta bien entrado el siglo XX.
El abandono agrícola, la caza furtiva, los venenos y en general el cambio de nuestra forma de vida, provocó la extinción paulatina en la isla de todo un símbolo de nuestros campos. Afortunadamente, en la actualidad, sobrevive un importante número de ellos en las islas de Fuerteventura, Lanzarote y el archipiélago Chinijo.
Los guirres jugaban un papel fundamental en nuestro medio natural. Como buenos carroñeros, se encargaban de limpiar el campo de cadáveres, evitando la proliferación de ratas y enfermedades que podían afectar al ganado e inclusos a nosotros mismos.
En Tenerife, aún lo mantienen en el recuerdo los más viejos. A lo largo de nuestro territorio existen muchos lugares que hacen alusión a su antigua presencia. Lugares de cría o posadero, como este sitio donde te encuentras ahora mismo: el Pino del Guirre. Un lugar donde los antiguos habitantes solían ver posados a nuestros viejos buitres.
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