El legado de las higueras canarias.
Este barrio de Granadilla de Abona debe su nombre a uno de los árboles más apreciados de la agricultura canaria.
La presencia de la higuera data de la época aborigen, muy anterior a la conquista de las islas, como citan relatos antiguos y confirman estudios arqueológicos.
Los higos desempeñaron un papel fundamental en la alimentación. Se consumían frescos y se secaban al sol en pasiles y en hornos, para preservarlos y consumirlos durante el invierno. Las higueras tenían tanto valor que hasta el último tercio del siglo XX aparecen registradas en testamentos y documentos de propiedad.
En este núcleo, las higueras debieron ser muy importantes o existir un ejemplar muy destacado. Además del barrio, llevan su nombre la Fuente la Higuera, la Montaña la Higuera, el Camino la Higuera y el Barranco la Higuera.
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