Este horno cocinó muchos tejados de la zona.
Lo que tienes junto a ti fue, hace aproximadamente un siglo, la fábrica más importante del barrio.
Aquí se elaboraban tejas mediante un proceso artesanal que duraba varios días. Para fabricarlas eran necesarios tres elementos: agua, leña y una tierra apropiada.
En ese duro trabajo participaban varios hombres: el que amasaba el barro, el que daba forma a la teja y el que la trasladaba al tendedero para que secara al sol.
Con el tiempo, en la segunda mitad del siglo XX el horno dejó de usarse y acabó derrumbándose. Pero para los vecinos y vecinas el horno de teja era un hito importante en su historia y propusieron su reconstrucción. Esta se realizó en el año 2003.
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