En Las Vegas existen muchos árboles con personalidad propia.
El pino del Guirre es un ejemplo de la relación estrecha entre los habitantes del medio rural y sus árboles.
Los árboles siempre acompañaron a los seres humanos y son muchas las aportaciones que les ofrecen esos seres vivos, complejos y bellos. En Las Vegas muchas de esas relaciones han quedado inmortalizadas en los nombres que sus gentes dieron a esas maravillas de la naturaleza: Pino Campanero, Pino del Rayo, Pino del Guirre, Pino El Tame, Pino Alto, Pino Gordo o Pino del Haba.
Ese estrecho lazo abarca desde las necesidades primarias a la convivencia entre las personas. Como ejemplos valgan el corte de una madera para construir una casa o para cocinar, la descripción del árbol que da la sombra en el trabajo o del que es linde entre propiedades.
Otros nombres se refieren a sus virtudes físicas: el recordatorio de una noche de tormenta, el lugar donde se plantaba un alimento, el sitio donde se posaba un ave o, como no, el árbol que sirve de campanario en los actos festivos y religiosos.
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