Un asentamiento con recursos básicos para la vida

Desde la época prehispánica, los barrancos fueron lugares donde la naturaleza ofrecía buena parte de lo necesario para la subsistencia humana: agua, refugio y comida.

Si observas bien, en esta ladera de enfrente aparece una forma de vivienda que fue muy común hasta hace poco tiempo: la casa-cueva. La geología del lugar facilitó este tipo de construcciones que forman parte de la cultura tradicional del sur de Tenerife.

También pasan dos importantes infraestructuras: el “Canal del Sur” y la “atarjea del Consuelo”.  La primera viene desde los altos de Fasnia y recorre 73 kilómetros llevando agua a todo el sur de la isla. La segunda, más modesta, trae agua de la Galería El Consuelo en el barranco de El Río, límite municipal entre Granadilla y Arico.

Las casas-cueva, los canales y las tajeas o atarjeas hablan de la búsqueda de la supervivencia en el inhóspito sur de la isla, aprovechando hasta el último recurso del territorio.